martes, 30 de octubre de 2012

REPERCUSIONES EN CULIACAN SINALOA

Desde la muerte de Nacho Coronel en Julio de 2010 los principales liderazgos del Cártel de Sinaloa permanecen estables, y el mayor rival de este cártel en años previos, la organización de los Beltran Leyva, fue virtualmente desarticulada tras la detención o abatimientos de sus principales líderes. En marzo estalló un conflicto interno entre dos facciones del cártel: Los Cabrera (liderados por Felipe Cabrera y Noel Salgueiro) y Los M´s (liderados por Mario Núñez). Al parecer Salgueiro y Cabrera trataron de independizarse del Cártel de Sinaloa y controlar el mercado de drogas en Durango. Ambos fueron detenidos y el conflicto bajo de intensidad en los últimos meses del año. En esta coyuntura, el conflicto de Los Zetas se perfila como la principal amenaza para el Cártel de Sinaloa.
La iniciativa más importante del Cártel de Sinaloa durante 2011 fue la incursión en Veracruz- entidad considerada territorio de Los Zetas de sus abrazos armados, el Cártel de –Jalisco- Nueva Generación y Gente Nueva. Esta incursión fue posible gracias a la disminución de la violencia en Juárez, lo que permitió trasladar a sicarios de Gente Nueva a Veracruz a mediados del año. El evento más notable dentro de esta incursión ocurrió el “20 de Septiembre cuando fueron abandonados en Boca del Río 40 cuerpos de supuestos miembros del cártel de los Zetas”. El Cártel de Sinaloa ha logrado consolidar ante la opinión pública una imagen empresarial y de uso limitado de la violencia. El despliegue de brazos armados on nombres y estructuras separados al Cártel de Sinaloa en los ataques en contra de sus rivales (que concentran la reputación negativa, en lugar del propio cártel), y la utilización de filtraciones a las autoridades en lugar de ajustes de cuentas como mecanismo de disciplina interna, contribuyen a reforzar la imagen del Cártel de Sinaloa como una organización de corte empresarial. Desde 2010 el cártel de los Arellano Félix o Cártel de Tijuana ha mantenido una tregua con el Cártel de Sinaloa, lo que explica la importante diminución de la violencia que se ha observado en Baja California. Esta tregua también ha permitido al Cártel de Sinaloa concentrarse en su actual prioridad, la confrontación contra Los Zetas. Aunque el Cártel de Los Carrillo Fuentes o el Cártel de Juárez no han establecido una tregua con el Cártel de Sinaloa, la intensidad del conflicto entre las dos organizaciones disminuyo durante 2011. Por una parte, las organizaciones criminales aliadas al Cártel de Juárez principalmente La Línea desempeña cada vez un papel más protagónico. Por otra parte, en Ciudad Juárez el gobierno federal ha seguido una política de arrestos de miembros de La Línea y Gente Nueva, respectivos brazos armados de los cárteles de Juárez y Sinaloa, que también ha contribuido a reducir la intensidad del conflicto. Desde que fue abatido Nacho Coronel en julio de 2010, no ha caído ningún líder del Cártel de Sinaloa, considerada como la organización mexicana como mayor participación en el tráfico trasnacional de drogas. El hecho sugiere que el gobierno federal esta concentrado sus recursos en desarticular organizaciones más violentas o nocivas. La reciente ofensiva de Los Zetas en Jalisco y Sinaloa busca demostrar su capacidad para generar violencia y dañar los intereses del Cártel de Sinaloa en sus baluartes en el poniente del país. Esta demostración de fuerza tiene el objetivo de propiciar una retirada del Cártel de Sinaloa y sus aliados en Veracruz. Sin embargo, en el mediano plazo es probable que continúen las agresiones entre los dos bandos, generando más eventos de violencia tanto en Veracruz como en los estados del poniente. “El Cártel de Sinaloa decidió incursionar en Veracruz al identificar que Los Zetas se encuentran en una coyuntura de vulnerabilidad”. Esta última organización no sólo mantiene un conflicto con el Cártel del Golfo en Nuevo León y Tamaulipas, sino que también se convirtió en 2011 en el principal blanco de las acciones del gobierno federal. Considerando dicha coyuntura favorable, es poco probable que el Cártel de Sinaloa renuncie a mantener su ofensiva contra Los Zetas y a consolidarse como la principal organización con capacidad para traficar drogas a Estados Unidos.

REPERCUSIONES EN MÉXICO

Durante 2011 alcanzaron su madurez los principales procesos detonados por la agresiva política de seguridad pública iniciada en 2006. Después de un ascenso vertiginoso, los niveles de violencia se han estabilizado lentamente. En algunas ciudades incluso es posible identificar una recuperación sostenida, pero la dispersión geográfica de la violencia continua. Los cárteles siguen fragmentándose, pero Los Zetas y el Cártel de Sinaloa se perfilan claramente como las dos fuerzas dominantes y antagónicas en el panorama nacional. Luego de sus pasividad inicial, algunos gobiernos estatales desarrollan acciones para enfrentar la crisis de inseguridad en su territorio. Durante 2011 la violencia desplegada por los cárteles contra sus rivales, pero también contra autoridades y ciudadanos inocentes, continuó siendo el tema de seguridad pública de mayor atención mediática. Al concluir el año las ejecuciones vinculadas con el crimen organizado en el gobierno de Felipe Calderón eran cera de 51 mil. “La cifra de ejecuciones para 2011 puede establecerse en el orden de 16 mil 600, un 9% superior a la cifra de 2010. El análisis detallado de las cifras sugiere que la violencia tiende a estabilizarse, sobre todo si consideramos que de 2009 a 2010 las ejecuciones aumentaron 60%”. Desafortunadamente y a pesar de la solicitudes de ciudadanos, el gobierno federal se ha negado a actualizar la base datos de ejecuciones publicada el año pasado, lo que le permitiría a la comunidad académica, los medios de comunicación y a las propias autoridades realizar análisis más detallados y, con ello, comprender mejor fenómeno de la violencia y tomar decisiones más eficaces para contenerla o disminuirla. Domina el panorama, nuevamente, la intensa regionalización de la violencia, aunque 2011 registra cambios sustantivos en las tendencias. Mientras en Guerrero, Nuevo León y Veracruz la violencia creció a un ritmo acelerado, en el noroeste del país (Baja California, Sonora y Chihuahua) hubo importante disminución en las ejecuciones. Baja California y Chihuahua en 2001 abandonaron la categoría de la violencia, lo que sugiere que la crisis de violencia vinculada al crimen organizado siguen patrones cíclicos. Después de un incremento acelerado de la violencia la tendencia se revierte por el despliegue de las fuerzas federales y, en algunos casos, por la reacción de los gobiernos locales ante la exigencia de los ciudadanos. Sin embargo, ningunos de los estados de mayor violencia ha vuelto a las cifras de ejecuciones de 2007 y años previos. “Mientras Nuevo León, Tlaxcala, Veracruz, y Zacatecas registraron aumentos superiores al 100%, Baja California, Chihuahua y Sonora tuvieron disminuciones de más de 30%”36. Durante 2011 en Chihuahua registraron 80 ejecuciones por cada 100 mil habitantes. Yucatán sólo 0.01. El promedio nacional de ejecuciones por cada 100 mil habitantes es de 14.6, pero solo 9 estados rebasaron este promedio nacional, y entre otros nueve, el centro y el sureste, se registraron menos de tres ejecuciones por cada 100 mil habitantes. Previsiblemente, en el nivel destaca el aumento de la violencia en municipios de Guerrero, Nuevo León y Veracruz, donde hubo un repunte de las ejecuciones a lo largo del año. Sin embargo, en los casos de Acapulco, la zona metropolitana de Monterrey y la zona metropolitana de Veracruz.
Los tres municipios en los que más disminuyo la violencia fueron Ciudad Juárez, Tijuana y Chihuahua, tres de las cuatro ciudades más violentas del país. “Durante 2011 las ejecuciones en ciudad Juárez disminuyeron alrededor de 40%”37, debido a la presencia intensiva de las fuerzas federales en el municipio y al desgaste del Cártel de Juárez.

CAPÍTULO IV. REPERCUSIONES EN LA SOCIEDAD MEXICANA

La violencia desatada no es novedad. Lo que si es novedad es que incluso en lugares más imprevistos se masculla que se pasa por una crisis de valores. La impotencia de las instituciones estatales para detener los asesinatos es el suelo fértil donde el tema de la renovación moral ha germinado hasta instalarse en las sobremesas y entre los políticos incluidos los de la izquierda. Pese a los esfuerzos del Gobierno mexicano por erradicar el narcotráfico, la lucha frontal continúa. Además, en un afán por desacreditar los esfuerzos gubernamentales, simultáneamente “en cuatro estados de la nación azteca, diversos grupos de hombres, mujeres y niños bloquearon puentes fronterizos, casetas de peaje, carreteras y calles para exigir el paro de acciones orquestadas contra la lucha antinarco por parte del Ejército y las fuerzas federales”. Con relación a estos hechos, gobernadores, congresistas y medios de comunicación mexicanos han coincidido en afirmar que las manifestaciones fueron organizadas y financiadas por narcotraficantes. Incluso, el gobernador de Nuevo Léon, Natividad González Parás, señaló al cartel del Golfo y a su brazo armado como responsables. Por su parte, el presidente mexicano, Felipe Calderón, calificó de "bajas" las acciones de estas organizaciones criminales. "Fieles a su condición de cobardes, utilizan a mujeres y niños para sus mezquinos propósitos y actúan a traición", afirmó el mandatario mexicano. También pidió a las Fuerzas Armadas "cerrar filas" en la lucha contra la delincuencia y demandó no equivocarse porque los enemigos de México son los que atentan contra las instituciones, asedian a la sociedad, extorsionan y envenenan. Los diputados y senadores han otorgado su apoyo al jefe del Ejecutivo. Sin embargo, lo exhortaron a efectuar un "esfuerzo adicional" en el combate a la delincuencia organizada para frenar la ola de violencia en el país y evitar el aumento de adictos en la nación. El narcotráfico es una de las principales amenazas para la seguridad nacional del país, pues sus nefastas consecuencias son la corrupción, la violencia y afecta sensiblemente al medio ambiente. La corrupción que genera el narcotráfico afecta sobre todo a las instituciones encargadas de combatirlo, es decir, el Poder Judicial, la Fiscalía, la Policía, y también a la política. El narcotráfico utiliza a la corrupción como su principal arma, de manera que se puedan transitar los cargamentos de drogas y de insumos químicos. La violencia que produce el narcotráfico, muy conocida ya, origina enfrentamientos entre las bandas de los narcotraficantes, los cuales se generalizan a todos los sectores de la sociedad. Además, “el narcotráfico utiliza los remantes de Sendero Luminoso, tanto en el Alto Huallaga, como en el VRAE, para asesinar a sus adversarios, para atacar a las fuerzas del orden y para transitar insumos”. También son miles de toneladas de insumos químicos, “tales como kerosene, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, acetona y muchos otros insumos tremendamente nocivos que se derraman diariamente en los ríos y bosques de la selva de nuestro país y que afectan a nuestra población, muchas veces la gente no se da cuenta, pero está consumiendo agua o productos contaminados por los desechos del narcotráfico. Los narcotraficantes actúan drogados cuando asaltan, cuando matan, cuando roban, y en otros casos cometen delitos, roban, matan, para conseguir dinero para satisfacer su necesidad de droga, por eso el narcotráfico es uno de los principales peligros que tenemos y también es probable que sea la principal amenaza a la seguridad nacional.

CAPITULO II MÉXICO. UN PUENTE PARA EL NARCOTRÁFICO.

Ahora el narco a permeado todo y los barones de la droga no perdonan. Su ira es mucho más venenosa que cualquier otra forma de odio. Y es que dentro del negocio de las drogas pasarse de listo se paga con la vida. Con el surgimiento de Los Zetas y la expansión del cartel del Golfo, el sur del país terminó por el narcotráfico. Hasta la fecha sigue siendo importante para el tráfico de drogas. Lo anterior se refuerza con “el mapa criminal de la PGR, el cual indica que la droga proveniente de Colombia, Bolivia, Perú, Venezuela o Belice o descargada en Cancún. Mérida o en Ciudad del Carmen. Luego es llevada al estado de Veracruz y posteriormente hacia Tamaulipas, donde una red de operadores se encarga de cruzar los cargamentos por las aduanas fronterizas”.
“En la década de los 80 y 90 fue evidente el liderazgo desafortunado de Colombia en la producción de cocaína, misma que los campesinos cuidaban y procesaban. Esta pasaba por México entrando por diferentes sitios”. En otro aspecto, las fronteras son el paso obligado de las sustancias, tal como la pasta de coca que viene de Colombia, o de pastillas ya elaboradas que provienen de lugares como El Salvador, y que transitan por México para venderse en ele territorio o llegar a Estado Unidos. La otra problemática es la que surge del consumo de Estados Unidos, pues es el principal mercado de drogas en el mundo. Así, la frontera con México y Estados Unidos es la principal puerta de entrada de la producción colombiana y mexicana. En las aduanas, los puertos y los aeropuertos, la droga es transportada en múltiples formas: personas, autos, camiones que simulan el envió de mercancía legal como frutas, alimentos, productos en donde es posible esconderla. En el sur de México, la vigilancia es menos estrecha, ya que tanto los agentes aduanales como los de migración están coludidos en buena parte con los narcotraficantes, siendo menos estrictos en la revisión de mercancías y personas. Durante el gobierno de Vicente Fox cobro auge el uso de la red aeroportuaria del país para mover cargamentos de cocaína y dinero, siendo usadas las aerolíneas comerciales, sobre todo las que vuelan hacia Sudamérica y Estados Unidos, para transportar grandes volúmenes de cocaína. Esta práctica, bastante explotada durante el llamado gobierno del cambio, estuvo a punto de generar un escándalo internacional, pues “surgieron fuertes protestas en Venezuela debido a que durante los años 2005 y buena parte del 2006 el vuelo de Mexicana de Aviación procedente de Caracas solía arribar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México repleto de paquetes de cocaína pura. Los cargamentos, sin diferencia alguna, eran vigilados por los agentes de la PFP adscritos a la terminal aérea, según señalan algunos reportes realizados por la Subprocuraduría General de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) que investigo el trafico de drogas en el aeropuerto Benito Juárez”.10 “A través del vuelo 374 de Mexicana, que tiene la ruta México-Venezuela-México, el envío de droga se convirtió en una práctica cotidiana de ese pías hacia el territorio nacional”.11 El periodo en que mayor cocaína se introdujo al país fue precisamente el que corresponde al pleito que protagonizaron los presidentes de ambos países, Hugo Chávez y Vicente Fox; choques políticos que sirvieron como una gran cortina de humo para disfrazar las buenas relaciones entre ambas naciones, sobre todo, en el comercio de las drogas.

DE VENEZUELA A BARRANQUILLA

Cuatro meses después de estar bajo los reflectores internacionales por la presunta protección al narcotráfico, las autoridades antidrogas de Venezuela lograron cambiar la historia sobre el embarque de cocaína decomisado el 10 de abril en el aeropuerto de Campeche. La investigación de la Oficina Nacional Antidrogas de Venezuela, a cargo del comisario Luis Correa Fernández, logro establecer varias conclusiones que modificaron en parte las conjeturas de la Procuraduría General de la República. “A la nueva historia de esta operación de narcotráfico, con la que el gobierno de Venezuela pretendió zafarse del entramado criminal, se contraponen con las declaraciones rendidas por las personas implicadas: pilotos, agentes federales, funcionarios aeroportuarios, entre otros en la averiguación previa PGR/SIEDOO/UEIDCS7071/2006”.
El informe venezolano documenta un cumulo de irregularidades que no forman parte de la investigación a cargo de la PGR: Que l avión Douglas DC-9 no fue cargado con las cinco toneladas de cocaína en el aeropuerto de Maiquetía, Venezuela. En tres ocasiones, después de haber despegado aparentemente sin contratiempos, la aeronave regresó a la terminal aérea al presentar fallas mecánicas en una de sus compuertas. Grabaciones de las autoridades aeronáuticas de Venezuela e información de inteligencia determinaron que el avión no abasteció de suficiente combustible en Venezuela (cargo únicamente 6 mil 455 litros), como para llegar a su destino, Ciudad del Carmen, Campeche, pues sólo tendría dos horas de autonomía. “Los reportes señalan que el piloto Alberto Damián, quien realizo el plan de vuelo Venezuela- Ciudad del Carmen, no es el mismo que llego al aeropuerto mexicano el 10 de abril del 2006 en el DC-9”. Grabaciones sobre la comunicación que tuvieron los pilotos del DC-9 en varios momentos establecen que la aeronave realizo un aterrizaje en el aeropuerto de Barranquilla, Colombia. Este hecho fue acreditado por el equipo investigador venezolano, el cual robustece la hipótesis de que en esa provincia colombiana fue cargado el avión con las cinco toneladas de cocaína. Con base en estos argumentos, la investigación del DC-9 dio un drástico giro. De esta forma, el gobierno venezolano trato de aclarar que el cargamento de droga no fue embarcado en el aeropuerto de Maiquetía. “La versión venezolana, como ya se dijo, se contrapone con el expediente de la PGR, el cual registra que los pilotos que arribaron a Campeche en el DC-9 son José López y Miguel Vicente Vázquez Guerra”. El primero esta prófugo. Logro escapar pocos minutos después del aterrizaje y en la forma más natural. “Según la investigación de los venezolanos, la aeronave DC-9 de bandera norteamericana (propiedad de la empresa Royal Sons Inc.) hizo su primer despegue a las 0:30 de la madrugada del 10 de abril, pero dos horas más tarde a las 2:30 horas regresó al aeropuerto de Maiquetía aparentemente por una falla que el avión presento en una de sus compuertas.”15 Pese a ello, los venezolanos reportan que ningún mecánico aéreo arribó a la terminal para reparar la falla. Uno de los datos que mas llama la atención es que “el capitán de la aeronave era Alberto Damiani, pero cuando la aeronave despego ya era piloteada por José Lópes y Miguel Vicente Vázquez Guerra”16, es decir, el piloto que realizó el plan de vuelo finalmente no operó el avión y cedió su lugar a uno de sus presuntos cómplices. Otra contradicción: “la indagatoria citada sostiene que el avión llego el 10 de abril a las 11:45 horas ala aeropuerto de ciudad del Carmen, Campeche”, lo que refleja un tiempo de vuelo aproximado de siete horas. Para los investigadores venezolanos, esto es imposible debido a que el avión no tiene una autonomía para volar siete horas. De acuerdo con el reporte de inteligencia, bajo esa lógica, la aeronave tuvo que aterrizar en algún sitio para poder abastecerse de combustible y poder llegar a México. Todo esto, como ya se dijo motivado por que el combustible que cargó en Venezuela no era suficiente. Es así como el narcotráfico demuestra una vez como opera, como es capaz de pasar por desapercibido sin que nadie ni nada obstaculice su camino teniendo a México como un puente base para el traslado de droga, de armas o de cualquier otro objeto que requiera transportación rápida sin tener que pasar dificultad alguna o que pueda ser retenida por su ilegalidad teniendo como respaldo autoridades que en ocasiones estas mismas están involucradas.

DE COLOMBIA A MEXICO

La organización delictiva colombiana fue tomada por los mandos medios y se la dividieron Dos operativos de la Policía Nacional dieron con la presunción de que la droga que supuestamente exportaba la red Ostaiza a México provenía de Colombia. En junio de 2008, durante “las acciones de inteligencia previas a los operativos "Huracanes", se registraron varios encuentros entre Jefferson Ostaiza, líder de la red ecuatoriana, y el colombiano Roosevelt Borda Linares, alias "El Paisa", a quien se vincula con el cartel de Cali”. En la actualidad, el cartel de Cali está desarticulado, según las autoridades de Colombia. El 9 de junio del año 1995, lograron capturar al cabecilla de la organización, Gilberto Rodríguez Orejuela, y el 6 de agosto de 1995, al segundo al mando, Miguel Rodríguez Orejuela. Nueve años después, en diciembre de 2004, fueron extraditados a los EEUU. Sin embargo, el negocio ilícito continuó, pero en otras manos, en pequeños resquicios de lo que fue alguna vez el cartel de Cali que, según datos de la Agencia Antidroga de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), llevaba el 80% de la droga que se comercializaba en esa nación en la década de 1990. “Orlando Henao Montoya e Iván Urdinola fueron los primeros en liderar el negocio del antiguo cartel de los Rodríguez Orejuela”.19Sin embargo, fueron capturados y murieron en prisión. Así, el imperio de este negocio ilícito fue heredado, a inicio de la presente década, por Wílber Varela, alias "Jabón", y Diego Montoya, alias "Don Diego", quienes finalmente lo dividieron en varios frentes. Juan Carlos Ramírez, alias "Chupeta", se cambió al cartel del Norte del Valle y, luego, terminó huyendo hacia el cono sur del continente. Las sospechas de los organismos colombianos era que Wílliam Rodríguez, hijo de Miguel Rodríguez Orejuela, logró recuperar parte del imperio, fueron certeras. En 2006, el nuevo "príncipe" de la droga, fue capturado, y terminó declarando en contra de su padre y su tío. Ahora, las cosas han cambiado. El liderazgo en el negocio es de los carteles de Sinaloa y de El Golf, dueños de las rutas a los EEUU. (JRI)
"Chupeta" fue el último de los pupilos del cartel en caer Los carteles de México y de Colombia han mantenido acuerdos por porcentaje de cada embarque que llega a los EEUU, acuerdos que, con el tiempo, cambiaron en sus términos. Antes de la desaparición de los grandes carteles colombianos (Medellín y Cali) por la caída de sus capos, los que cobraban el menor porcentaje eran los mexicanos, que tenían las rutas para pasar la droga. Los colombianos se retenían la mayor cantidad por producirla. Ahora, el negocio cambió. Los mexicanos controlan más las rutas y son los que mantienen la opción de cobrar más por cada paso exitoso de la mercancía ilegal. La mayoría de los narcotraficantes mexicanos ha tomado los modelos exitosos de los antiguos capos colombianos, como la de hacer de holdings de cada rama del negocio (transporte, sicariato, extorsión, etc.), al estilo de los hermanos Rodríguez Orejuela. De la misma forma, tratan de no caer en la tentación de meterse en política, como hizo en su tiempo Pablo Escobar, y más bien tratan de pasar desapercibidos. Los vínculos de los carteles mexicanos y colombianos en el negocio del tráfico ilícito de drogas se mantienen muy fuertes. En diciembre pasado, en la ciudad de México, en un allanamiento realizado por la Policía de ese país a una casa en el sector conocido como Desierto de los Leones, se detuvo a seis colombianos que, según las investigaciones, resultaron tener conexiones con el cartel de Cali. La mansión de la capital mexicana en la que fueron aprendidos tenía un zoológico privado. “La Procuraduría General de la República de México (PGR) informó a los medios locales que también se los procesará por operaciones con recursos de procedencia ilícita, y a uno de los seis además por posesión de animales exóticos”. Las autoridades identifican a los colombianos detenidos como colaboradores del cartel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México, liderado por Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera. (JRI).

POLÍTICOS QUE INTERVIENEN EN EL MANEJO DEL NARCOTRÁFICO

El presidente Felipe Calderón ha dicho que todo el peso de la ley caerá sobre la narco política, ese vínculo tan estrecho entre el poder y el crimen organizado. ¿Por qué esta declaración ahora? ¿Qué impacto tiene en el sistema político mexicano? Todos sabemos que existe pero nadie quiere hablar de ella. Tocar el tema de narco política es un tema tabú en los medios y en la política, debido a las implicaciones que tiene, no solo "tocar" o mencionar a los poderosos, sino ponerles obstáculos. Ya lo dijo el presidente, no tiene los elementos jurídicos - es decir las evidencias concretas - para señalar a nadie; sin embargo, es claro que muchos políticos están protegiendo y favoreciendo al narcotráfico para que les den poder y mantengan sus ganancias políticas. Por ello, muchos de los operativos del gobierno federal han fracasado, debido a que tienen que lidiar con esta grave problemática de filtración interna de información, costándole más dinero al estado. La declaración del presidente Calderón llega en momentos donde un diputado federal del PRD - Bejarano - se encuentra prófugo de la justicia, y aunque tiene fuero, ya está señalado por los medios y la opinión pública. En este momento, el estado tiene una oposición de fuerza al matar a uno de los capos más importantes y apresar a varios en las últimas semanas, la batalla contra el narco a dado un giro. Mientras las bandas se pelean para reorganizarse, sin las cabezas, es decir, sin interlocutor directo para los políticos, los narco políticos se encuentran desamparados y desprotegidos y el presidente espera que caigan por sí solos o se revelen ante la circunstancia Sin embargo, es evidente que "tocar" a los narco políticos significa golpear las estructuras partidarias, romper acuerdos y generar más estabilidad ¿Podrá el presidente Calderón? Hasta ahora ningún político mexicano importante ha sido apresado por vínculos probados con el narcotráfico. No obstante, existen evidencias claras que apuntan a una estrecha relación entre ellos y que probará el presidente. Si lo hace, podrá debilitar a las estructuras, los grupos políticos y los candidatos para la sucesión presidencial o las campañas electorales en puerta. En suma, el presidente está haciendo una advertencia a que los narco políticos se alejen, se neutralicen y dejen a un lado estos vínculos, por que la fuerza del estado ahora apunta hacia allá. Mas vale advertir antes de generar la inestabilidad. Sin embargo, lo cierto es que el presidente está guardando esos ases bajo la manga y el año entrante en la elección del Estado de México muchos de ellos saldrán a relucir. Los tres grandes partidos políticos mexicanos hacen campaña en el estado de Michoacán, pero algo que no figura en las papeletas es lo que está en la mente de todos: los carteles del narcotráfico. En este estado agrícola conocido por sus aguacates, su marihuana y sus metanfetaminas, los traficantes están poniendo a prueba la democracia mexicana, apelando a sobornos, intimidación y marchas callejeras para influir en las elecciones para gobernador, la legislatura y las 113 alcaldías. Si bien la narco política se hace ver en otros estados, en ninguno tiene una presencia tan grande como en Michoacán, donde la campaña electoral ya ha registrado el secuestro de nueve encuestadores, el asesinato a tiros de un alcalde y el retiro de al menos una docena de candidatos por temor al crimen organizado. Fausto Vallejo, candidato a la gobernación del Partido Revolucionario Institucional, dijo que no le preocupa tanto su seguridad personal como la de los candidatos a alcalde. El cartel dominante, el de los Caballeros Templarios, y lo que queda de La Familia han amenazado a candidatos, presentado candidatos propios y promovido protestas, a veces comprando votos con dádivas. El PRI, que gobernó el país durante 71 años hasta que fue destronado en las elecciones del 2000, lleva a cabo una enérgica campaña para tratar de recuperar la presidencia el año que viene, pero Calderón ha sido acusado de negociar con los carteles para garantizar la paz. Denuncias de que algunos candidatos son narcos disfrazados hicieron que varios aspirantes a cargos públicos solicitasen a fiscales federales cartas corroborando que no tienen antecedentes penales. Dado que Michoacán produce drogas y es un punto clave en su traslado hacia el norte, “los carteles le prestan mucha atención a las elecciones de alcaldes, según el analista político Raymundo Riva Palacio”. La penetración de la narco política no alcanza por ahora los niveles que se vieron en Colombia en la década de 1990. Los traficantes colombianos ayudaron a financiar la campaña de 1994 del ex presidente Ernesto Samper y realizaron una ola de asesinatos de jueces y políticos para bloquear una ley de extradiciones. En marzo desconocidos mataron a tiros al jefe de la policía de La Piedad José Luis Guerrero, quien había asumido apenas hacía un par de meses. Su sucesor, “Miguel Angel Rosas Pérez, fue reclutado de la policía federal, que está mejor entrenada, y también fue blanco de un atentado. Más de 40 individuos armados llegaron a su unidad en una caravana de diez vehículos en julio, le dispararon al edificio y tiraron granadas. Rosas Pérez sobrevivió”. Los alcaldes son protegidos por policías locales mal pagados y mal equipados, y son muy vulnerables a las presiones de los carteles. A nivel nacional han sido asesinados 25 alcaldes en los últimos cinco años. El líder estatal del PAN Germán Tena dice que seis candidatos de su partido se han retirado de elecciones a alcalde. También renunciaron dos candidatos del Partido Revolucionario Democrático y el líder estatal de esa agrupación Víctor Báez sospecha que se debió a amenazas de los carteles. El PRI niega que sus candidatos sean los favoritos de los carteles y, como prueba de ello, Vallejo señala que todos sus candidatos a nivel estatal y municipal tienen cartas corroborando que no tienen antecedentes penales ni investigaciones pendientes. Pero eso no funcionó en el caso de Saúl Solís Solís, un ex jefe policial de 49 años considerado uno de los principales capos de los Caballeros Templarios. Solís se postuló al congreso nacional en el 2009 por el Partido Verde y terminó cuarto en su distrito a pesar de haber sido acusado de varios ataques a militares y a la policía federal. En uno de esos ataques, en mayo del 2007, murieron un oficial y cuatro soldados. Pocos meses después se ofreció una recompensa de 1,1 millones de dólares por información que facilitase su captura. En vista del poder que tienen los carteles, cuesta entender por qué alguien arriesga su vida para ser alcalde en Michoacán. En el 2009, Godoy Toscano, un supuesto aliado de un cartel local de Michoacán, ganó una banca en el Congreso nacional, pero fue expulsado tras circular grabaciones en las que alguien que se supone que es él hablaba con el líder de entonces de La Familia Salvador Gómez, “La Tuta”. Toscano quedó prófugo luego de ser acusado de colaborar en el tráfico de drogas y el lavado de dinero y La Tuta fundó los Caballeros Templarios, que han reemplazado prácticamente a La Familia. Godoy Toscano es medio hermano del actual gobernador de Michoacán Leonel Godoy, lo que alimenta las sospechas de que los carteles tienen influencias en el manejo del estado, aunque el gobernador dice que rara vez ve a su hermano y que lo instó a que se entregue. Los esfuerzos por arrestar a narco políticos de Michoacán han sido un desastre. En el 2009 los fiscales dispusieron la detención de 12 alcaldes michoacanos y de otros 23 funcionarios locales y estatales bajo sospecha de que amparaban a La Familia. Para abril, todos habían sido exonerados. Los fiscales acusaron a un juez de haber actuado irregularmente en la exoneración de uno de ellos, pero los alcaldes dicen que las acusaciones eran débiles y a menudo basadas en lo que dijo un solo informante. El ciudadano común no avizora demasiados progresos en la lucha contra la narco política en Michoacán. “¿Más seguros? Cada vez nos sentimos más inseguros, pero no podemos hablar de eso, porque siempre están escuchando”, expresó un mecánico llamado Josué en un pequeño restaurante de Maravatio, localidad agrícola del este de Michoacán. Los Caballeros Templarios, un cartel pseudo religioso especializado en el tráfico de metanfetaminas, está experimentando distintas formas de ganar control político y social. En remotos pueblos de montaña como Arteaga, de donde es oriundo “La Tuta”, el traficante es una figura popular. Los residentes dicen que este ex maestro de primaria es un individuo humilde, derecho, que lucía huaraches y prestaba dinero si un familiar necesitaba atención médica. En focos de intensa actividad del narcotráfico como Apatzingán, el cartel es tan fuerte que ha realizado marchas con la participación de cientos de personas que exigen el retiro de la policía federal. Algunos de los participantes pintaron consignas como “Templarios 100%” en sus ropas. Las marchas fueron convocadas para protestar supuestos abusos de las fuerzas federales contra la población local, incluidos tiroteos y revisiones injustificadas. El general Manuel García, secretario de Seguridad Pública de Michoacán, afirmó que los carteles pagaron a la gente para que protestase. Y si están dispuestos a pagar para que participen en marchas –García dice que el cartel controla a la gente “ya sea por dinero o por miedo”— también podrían estar dispuestos a pagar u ordenar a la gente que vote por determinado candidato.